Fisher Island es sinónimo de exclusividad, con solo 132 habitantes (Wikipedia, 2014) a esta opulenta isla perteneciente a Miami Beach solo se puede acceder por vía aérea o marítima con previa invitación. El nombre se lo debe a Carl Fisher, fundador de Miami Beach, cuando al enamorarse de la isla que en la época era propiedad de William Vanderbilt, accedió hacer un cambio por su yate objeto de deseo de Vanderbilt, que al final también construyó en ella una casa de retiro que lleva su apellido, hoy en día una joya arquitectónica. Rodeada por la bahía de Biscayne y el mar Atlántico esta isla de ensueño tiene todas las comodidades posibles, sus instalaciones están compuestas por playa privada, una marina, banco, iglesia, un colegio primario privado, el club, campo de golf, canchas de tenis, spa internacional, varios tipo de restaurantes, centro comercial, una represa y porque no, hasta un planetario, todo esto solo para el disfrute de sus residentes en la más absoluta privacidad, lo que hace de esta isla un extraordinario paraíso. Las villas son de estilo mediterráneo, las casas a su vez ultra lujosas, en sus características se aprecian las grandes terrazas, el servicio de huéspedes es personalizado.

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